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Aspiración

La aspiración se utiliza para retirar de la vía aérea las secreciones que el paciente no puede expulsar por si mismo

Introducción

La aspiración es una técnica que se utiliza para retirar de la vía aérea las secreciones que el paciente no puede expulsar por si mismo. Se puede realizar por vía nasofaríngea u orotraqueal, introduciendo un catéter de aspiración por la nariz o la boca del paciente. Con ello, lograremos mantener una vía aérea permeable, favoreceremos un intercambio gaseoso pulmonar correcto y evitaremos la aparición de infecciones por la acumulación de secreciones.

Material necesario

  • Aparato de succión portátil o fijo a la pared (que incluya frasco recolector, sistema tubular conectado al catéter de aspiración y un mecanismo que registre el grado de succión).
  • Sonda de aspiración estéril.
  • Guantes.
  • Solución salina o agua.
  • Conexión en "Y".
  • Gasas estériles.
  • Lubricante hidrosoluble, si es necesario.
  • Vaso de plástico o recipiente para la solución salina o agua estéril.

Procedimiento

Lo primero que deberemos hacer es explicarle al paciente lo que le vamos a hacer. Si no estuviera consciente, se lo explicaríamos a un familiar.

Después, comprobaremos que el sistema de vacío funciona correctamente, asegurándonos de que la presión de succión no sobrepase los 200 mmhg (en algunos manuales la presión indicada para adultos es de 80-120 mmhg, en niños de 90-110 mmhg y en neonatos de 50-95 mmhg).

A continuación, conectaremos la sonda de aspiración a la conexión en "Y" y aspiraremos un poco de suero salino o agua del vaso o recipiente para verificar un buen uso.

Ahora, colocaremos al paciente en la postura más adecuada:

  • Si el paciente estuviera consciente, lo colocaremos en posición semifowler (45º). Si no lo estuviera, lo pondremos decúbito lateral, mirando hacia nosotros.
  • Si la aspiración es oral, ladearemos un poco la cabeza del paciente. Si la hacemos por vía nasal, se hiperextenderá el cuello del paciente un poco hacia atrás y usaremos lubricante para la sonda.

Seguidamente, procederemos a introducir la sonda:

  • Si lo hacemos por la boca, comenzaremos por los laterales y, si fuera necesario por la cantidad de secreciones, se introducirá por la garganta.
  • Si lo hacemos vía nasal, tendremos mucho cuidado al pasar por las coanas de la nariz, para evitar heridas y ulceraciones.

Las aspiraciones se hacen de manera intermitente y nunca sobrepasarán los 15 segundos. Después de cada aspiración limpiaremos la sonda con gasas estériles y aspiraremos agua o suero para limpiarla. Podemos aspirar tantas veces como sea necesario, siempre salvaguardando el bienestar del paciente. Si éste sufre un golpe de tos, pararemos hasta que mejore y continuaremos. Durante esta técnica, si el paciente está consciente y es colaborador, le pediremos que nos ayude respirando profundamente y que realice una tos asistida (que tosa cuando estemos aspirando).

En caso de secreciones secas y tapones mucosos, instilaremos suero fisiológico en una jeringa de 10 ml para fluidificar las secreciones o colocaremos un aerosol nebulizado durante 15 minutos, siempre antes de comenzar el aspirado.

Para terminar correctamente, limpiaremos la sonda aspirando el agua o suero, hasta que el tubo que conecta al sistema esté completamente limpio de secreciones. Cerraremos el sistema de presión y desecharemos la sonda usada. Finalmente, anotaremos en los registros de enfermería el valor numérico de las secreciones que hemos aspirado y el aspecto de éstas.