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Administración de medicación

Administración de medicamentos a pacientes

Introducción

La administración medicamentosa es un procedimiento mediante el cual se proporciona un medicamento a un paciente. Lo debe realizar personal sanitario cualificado y se debe garantizar en todo momento la seguridad del paciente.

Reglas

Las reglas para una administración segura son:

Asegurarse de que se trata del medicamento correcto.

Los medicamentos deben ir prescritos por principios activos. En el caso de que lo encontremos por marca comercial, no sepamos si se trata del mismo y no podamos consultarlo en un Vademecum, no deberá administrarse.

Es muy importante que comprobemos la fecha de caducidad. Si el medicamento que viene de la farmacia hospitalaria no está bien identificado, deberá ser desechado.

Comprobar que se trata del paciente correcto.

Los pacientes ingresados en unidades de hospitalización deben ir identificados mediante una pulsera, habrá que contrastar los datos del paciente con los que aparecen en la historia clínica y comprobar no sólo los datos personales, sino también el número de historia. En los servicios de Urgencias no suele usarse la pulsera identificativa, por lo que la administración en este área se realiza tras comprobar los datos del ingreso.

Administrar la dosis correcta.

Si, por nuestra experiencia adquirida, la dosis que prescribe el facultativo nos parece inadecuada, debemos comprobarlo de nuevo mirando el tratamiento, si vemos que se trata de la misma dosis, llamaremos al médico de guardia para comprobar la pauta.

Comprobar la vía de administración.

Si la vía de administración no viene detallada en el tratamiento, se consultará al facultativo correspondiente.

Administrar el medicamento a la hora correcta.

Prestar especial atención a aquellos medicamentos, como los antibióticos, que tienen un horario de dosificación estricto.

Registrar en incidencias de enfermería la medicación administrada.

Vías

Son las siguientes:

Oral

En este apartado encontramos las cápsulas, comprimidos, polvos para disolución, jarabes y suspensiones.

Dentro de los comprimidos, los hay de administración sublingual, los cuales se colocarán bajo la lengua del paciente, indicándole que no lo trague.

El personal que administra el medicamento debe presenciar la toma de éste.

Nasogástrica

El paciente deberá incorporarse al menos unos 30º para evitar reflujos y aspiraciones broncopulmonares. Los medicamentos se administrarán de uno en uno, por si hubiera algún tipo de interacción entre ellos. Los comprimidos se machacarán y se diluirán con un poco de agua. Los medicamentos que puedan resultar irritantes para la  mucosa gástrica se diluirán. Tras la ingesta de medicación se limpiará la sonda nasogástrica introduciendo 50 ml de agua. Es muy importante tener la sonda pinzada mientras estamos preparando el medicamento y entre las tomas, para evitar la introducción de aire y provocar meteorismo.

Rectal

  • Supositorios: no deben estar demasiado blandos y normalmente se encuentran en los frigoríficos de las unidades. Hay que tener la precaución de no deformarlos cuando los manipulemos.
  • Pomadas: se introducirán a través de un aplicador.
  • Enemas: pueden ser de eliminación (en el cual el paciente deberá retener el líquido al menos 15 minutos) y de retención (en el cual el líquido se retendrá al menos 30 minutos).

Respiratoria

  • Inhaladores: Comprobar que el aerosol esté acoplado al adaptador bucal, agitar y retirar la tapa, introducir la boquilla en la boca y sellarla con los labios, realizar una expiración profunda y a continuación hacer una inspiración reteniendo el aire inspirado al menos cinco segundos, expulsar el aire lentamente. Entre las inhalaciones se debe esperar al menos un minuto.
  • Inhaladores con cámara: Agitar el inhalador y adaptarlo a la cámara, pulsar el dispositivo, realizar una expiración profunda, adaptar el extremo de la cámara a la boca del paciente, a continuación realizar la inspiración. Se recomienda hacer un periodo de apnea de 10 segundos. La cámara se abrirá cada 3 inspiraciones.
  • Nebulizador: No se debe superar entre el medicamento y el disolvente 4 ml, se administra mediante aire comprimido y oxígeno con un caudal comprendido entre 6 y 8 litros. La duración variará entre 5 y 15 minutos apróximadamente.

Tópica

  • Cutánea: Se trata de la aplicación de pomadas sobre la piel. Antes de administrar, debemos asegurarnos que la zona de aplicación esté limpia.
  • Vaginal: Introducción de óvulos vaginales. Se le recomendará a la paciente que permanezca sentada o tumbada al menos 30 minutos tras su administración.
  • Oftálmica: Antes de la aplicación de colirios o cremas, debemos realizar un lavado ocular con suero fisiológico. Indicar al paciente que tras su administración haga un parpadee un poco para ayudar a la introducción del medicamento.
  • Ótica: Lavar el oído con suero fisiológico, indicar al paciente que incline la cabeza y que mantenga la postura al menos 3 minutos y presionar levemente el oído para favorecer la inserción. No debe taponarse el oído salvo prescripción médica.
  • Nasal: Le pediremos al paciente que se suene la nariz y que flexione el cuello hacia atrás. Durante la administración le indicaremos que inspire.

Parenteral

  • Intradérmica: Se suele realizar para pruebas de hipersensibilidad.
  • Subcutánea: Se usa por ejemplo en la administración de heparina cálcica. Se debe coger un pliego de piel de 1,5 cm y pinchar con aguja subcutánea con una inclinación de 90º. No se aspirará tras su administración y no se masajeará la zona para prevenir la aparición de hematomas. En tratamientos largos, se alternarán las zonas a pinchar, siendo las más utilizadas el abdomen y los muslos.
  • Intramuscular: Las zonas de punción más frecuentes son el dorso-glúteo, el deltoides y el vaso externo. Aspirar aire antes de introducir un medicamento, para comprobar que no pinchemos un vaso sanguíneo. En el caso de niños pequeños se pinchará en el vaso externo.
  • Intravenosa directa: Utilizaremos un catéter venoso para la administración. Esta forma se llama bolo y hay que tener en cuenta todos aquellos medicamentos que necesiten una introducción lenta. Limpiaremos la vía tras el medicamento administrando, al menos, 2 ml de suero fisiológico.
  • Intravenosa en perfusión: Utilizaremos frascos o bolsas de suero, en las que irá el medicamento disuelto. Normalmente se usan frascos de 50 y 100 ml, dependiendo del grado de corrosión del medicamento. Tiene una duración de al menos 15 minutos. Como ejemplo, citaré que la mayoría de los antibióticos intravenosos deben ir en infusión y nunca en bolo directo. Es muy importante que no mezclemos medicamentos dentro de un mismo frasco si no estamos seguros de una interacción garantizada.